DEBO APRENDER: que enamorarme no es obsesionarme ni irme a los extremos.
DEBO APRENDER: que no debo poner toda la motivación de mi vida en una persona.
DEBO APRENDER: que si pretendo tener una relación de adulto, debo comportarme como tal.
DEBO APRENDER: que no es bueno sobrevalorar, endiosar, ni idealizar a nadie. Porque todos somos humanos, y no debo esperar de mi pareja más de lo que puedo esperar de un ser humano.
DEBO APRENDER: que es bueno ser como soy, siempre y cuando esto implique que mis conductas sean aceptadas a quien esté conmigo.
DEBO ACEPTAR: que los planes pueden desaparecer en un instante, porque el futuro se mueve y no como a mí me de la gana. Si éste me permite hacer algunas cosas sobre él, debo estar agradecida y no lamentándome por todo lo que no pude hacer.
DEBO ACEPTAR: que alrededor del amor, la sociedad ha creado muchas cosas que son creencias para todos, pero resulta que al vivirlas son un fraude. Por eso debo afrontar la cara a la verdad de la relación objetivamente y no continuar una relación por una falsa comodidad o por miedo al dolor. Si la vida me demuestra que aquello en lo que puse mi corazón es una mentira, debo aceptarlo; llorando, desahogándome y renaciendo como la nueva persona que seré.
DEBO ENTENDER: que no se debe rogar amor y que una relación de pareja no es para vivir angustiada.
DEBO ENTENDER: que la comodidad que me brinda la rutina es falsa porque la vida está en constante cambio, por eso es necesario aprender a tolerar la inseguridad natural que se maneja en la vida cotidiana.
DEBO ACEPTAR: que en el amor, como en cualquier otra cosa de la vida, existen los tropiezos, las caídas y los dolores, esto te produce miedo y lo único que hace es dificultar más las cosas.
DEBO ACEPTAR: que en algunas ocasiones es necesario pasar por un gran dolor para conocer una gran felicidad, ya que a veces el suelo del fondo es el más apto para brincar.
DEBO TENER PRESENTE: que el sentir algo hoy, no implica que lo sienta mañana, y así como me permito disfrutar, también debo permitirme llorar, ya que el dolor es parte de la vida, al igual que el placer.
DEBO MEJORAR: mi
AUTOESTIMA.
· Para que la partida de quien quiero no me haga sentir despreciado, humillado o rechazado.
· Para no ser tan sensible al abandono.
· Para que no hiera mi ego.
· Para no terminar creyendo que me dejaron por feo o por tonto
· Para poder aceptar que simplemente funcionó el tiempo que tuvo que funcionar.
· Para no arrastrarme poniéndome de alfombra a los pies de nadie.
DEBO ACEPTAR: que a quien le agrado hoy, no es seguro que le agrade mañana. Y eso no tiene por qué ofenderme... si acepto que a veces las personas no pueden dar más, ni yo mismo, si acepto que quien esté conmigo tiene derecho a no estarlo y a que yo no le agrade por la convivencia que tuvimos y que no sea aceptado o simplemente tolerado, el tiene ese derecho a disentir y si acepto que quien amo, tiene derecho a tomar sus propias decisiones, aunque a mi no me satisfagan.
DEBO RECORDAR: que a veces, lo bueno se obtiene esperando y presionando se arruina. Por eso es necesario tener paciencia, esperar tranquilamente y RECORDAR...
v Que la impaciencia es producto de un impulso emocional que tal vez pronto pasará.
v Que la impaciencia asfixia a quien está conmigo.
v Que la presión se puede convertir en acciones irrespetuosas.
v Que tomar una decisión mientras estoy impaciente es peligroso, porque estoy influido por un estado emocional extremo y pierdo toda objetividad, ahí no va mi verdad, va mi impulso, mi compulsión, y podría hacer algo de lo que me arrepienta.
v Además, si soy paciente no veré con sufrimiento el tiempo que estoy en espera.
DEBO APRENDER: a no ser posesivo.
El que alguien se vaya no es perder una pertenencia que me gustaba mucho. Mi pareja no es mía, es prestada, y "su dueño" tiene derecho a llevárselo cuando desee. Y aunque "ser dueño" de alguien brinde más seguridad que tenerlo prestado, debo entender que eso es una ilusión. Aunque crea que es mía, no lo es, por lo tanto...
v No puedo decidir sobre la vida de quien esté conmigo.
v No puedo esperar que haga sólo lo que yo desee.
v No puedo controlarle, manipularle, adueñarme de él, ni controlar su destino.
v No debo reclamarle a la vida porque me quitó lo que me prestó